Mi madre enferma no puede entenderme que usted debe cobrar para curarla.
Le traigo, mis dos gatitos y mi perro, mi trompo, mi barrilete y el sombrero aquel que al morir dejara mi padre y yo lo guardo como un gran recuerdo.
Doctor... apúrese que está muy mala.
Doctor... perdóneme que sea tan pobre.
Si sana, ella vendrá a pagarle todo, cocina, lava, sacude y hace mantas, también sabe ordeñar y atar los bueyes, plantar, sembrar y arar, pero es muy pobre!
Doctor... estoy muy solo allá en las casas.
Doctor... perdóneme que sea tan pobre!
No se aflija doctor,yo lo comprendo, apenas soy un niño y me doy cuenta usted no puede ir, pues la tormenta amenaza anegar todo el camino.
Algún día!, algún día vendrá algún argentino que lleve un médico a mi casa!
No hay comentarios:
Publicar un comentario